¿Por qué se incrementan las ganas de comer en épocas de frío?

En este material te contamos el motivo y qué tipo de alimentos es recomendable consumir con mayor frecuencia en esta época del año, para fortalecer las defensas contra las enfermedades respiratorias y evitar el exceso de peso.

Sabías que, con la llegada del frío, por lo general se tiende a modificar la alimentación para afrontar las bajas temperaturas y mantener el calor corporal. Por ello, se opta por consumir mayormente líquidos calientes, como el café o el mate en vez de agua simple, y preferir los alimentos calientes y más calóricos, antes que los alimentos frescos como las frutas y las ensaladas frescas.

Para responder a la demanda del organismo y mantener la temperatura del cuerpo sin caer en el exceso calórico que puede acarrear consecuencias negativas al organismo, la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles señala la importancia de cuidar la calidad nutricional y lograr un equilibrio energético. La clave es saber qué alimentos consumir, cuidar las porciones y no abandonar la actividad física, aseguran.

Las frutas y verduras de estación son aliadas en el invierno, ya que refuerzan las defensas contra las enfermedades típicas de la estación como la gripe y los resfríos. Entre ellas se encuentran los cítricos: pomelo, naranja, mandarina, limón. Debido a que la vitamina C es sensible al contacto con el aire, si se consumen en forma de jugos es importante que sean recién exprimidos. Entre las verduras ricas en vitamina A y vitamina C están la zanahoria, zapallo, calabaza, verduras de hojas verdes como la acelga y espinaca, brócoli, coliflor, repollo, ajo, cebolla.

Se recomienda realizar las cuatro comidas principales y preferentemente dos colaciones. Realizar un desayuno completo resulta fundamental ya que se repone energías después de muchas horas sin ingerir alimentos. Durante el almuerzo y la cena una buena opción es incluir sopas y caldos. Permiten agregar entre sus ingredientes una amplia variedad de verduras necesarias para nutrirse bien a la vez que se consigue saciedad y se come menos cantidad del plato siguiente. Las caseras son las mejores, ya que las envasadas y los cubitos aumentan el contenido de grasa y sodio. No olvidar de las ensaladas frescas que aportan vitaminas, minerales y fibra a nuestra alimentación.

El consumo de guiso, es otra excelente opción en invierno, además de ser rendidores brindan sensación de saciedad. La recomendación para estos platos es incluir como ingredientes principales verduras, acompañadas por carne magra (sin grasa visible). También son ideales para incorporar legumbres como arvejas, lentejas, porotos, que son fuentes de fibra, minerales y vitaminas. En lo posible evitar usar embutidos y moderar el agregado de sal, grasas y aceite.

La ingesta de líquidos durante el otoño y el invierno es también fundamental, al igual que en épocas de calor.  Para cumplir con la recomendación diaria de al menos 2 litros de agua, además del agua simplese puede sumar otras variedades de infusiones calientes durante el día, como el té, el mate y el café en cantidad moderada.

Por último, no se debe abandonar la práctica de actividad física diaria, la recomendación   es de 30 a 60 minutos al día para mantener la salud y prevenir enfermedades.