- El exceso de peso predispone a sufrir insuficiencia cardíaca, descompensaciones por hipertensión, derrame e infarto.
- Tras la pandemia aumentó la cantidad de niños y adultos con problemas de obesidad.
La obesidad es un factor de riesgo que puede conducir a la aparición de enfermedades cardiovasculares, advierte la Dra. María Paniagua, directora del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular. Explica que esto ocurre como consecuencia del exceso de peso, que contribuye a la inflamación de todas las arterias del cuerpo causando que la grasa mala que circula por la sangre penetre las arterias, a través del endotelio. “Cuando esto ocurre provoca obstrucción de las arterias, llegando a tal punto que esa obstrucción es total dando paso al infarto agudo de miocardio (infarto) o el accidente cerebrovascular (derrame)”, puntualiza la médica.
Paniagua refiere, además, que la obesidad provoca en el organismo resistencia a la insulina dando lugar a la diabetes, favorece el desarrollo de hipertensión arterial y en consecuencia el riesgo de sufrir algún problema cardiovascular.
Advierte que tras la pandemia de COVID-19, se observa en el país un grave problema de obesidad en los adultos y en los niños. Si bien antes de la pandemia la situación de obesidad en la población no era la más favorable, constituyéndose en uno de los factores más prevalentes, “con la pandemia se registra un aumento de la obesidad, producto del aislamiento, la inactividad física, sumado al estrés de la pandemia, provocó una epidemia de obesidad en el país”, señala la titular del Programa de Prevención Cardiovascular.
Recordó que al inicio de la pandemia los hospitales estaban llenos de casos con COVID-19 y actualmente se observan una gran cantidad de pacientes con enfermedades cardiovasculares: por insuficiencia cardíaca, por descompensación a causa de la hipertensión, infarto del miocardio o accidente cardiovascular. “Esto probablemente se debe a los factores de riesgo que fueron aumentando a consecuencia de la obesidad, el sedentarismo, el estrés y probablemente porque la gente no acudía a sus controles por el temor al COVID-19”.
Recomendaciones
Desde el Programa de Prevención Cardiovascular se recomienda realizar el chequeo cardiológico (electrocardiograma) al menos una vez al año, así como análisis de sangre para examinar el nivel de glucemia, colesterol y triglicéridos, lo que permitirá evaluar la situación general del paciente y detectar la existencia de factores de riesgo para tratarlos de forma adecuada y oportuna.
Todos estos estudios se pueden llevar a cabo en servicios del Ministerio de Salud: electrocardiograma, ecocardiograma, ergometría, examen holter y monitoreo ambulatorio de la presión arterial.
La Dra. María Paniagua insta a los hipertensos a no abandonar su medicación y a acudir a los controles con regularidad. Muchas veces por el aumento de peso, por sedentarismo, por la edad se necesita aumentar la dosis de la medicación para controlar la presión arterial.
También insta a la población a mantener un estilo de vida saludable, consumiendo a diario frutas y verduras, disminuyendo el consumo de frituras, panificados y dulces que pueden comerse de forma ocasional, abandonar el hábito tabáquico, consumo prudente de alcohol, realizar actividad física diariamente, bajar de peso para los que se hallen con exceso.
Encuesta de factores de riesgo cardiovascular
Por el mes del corazón, el Programa Nacional de Prevención Cardiovascular lanzó la “Encuesta sobre factores de riesgo cardiovascular”, con la finalidad de detectar pacientes hipertensos de alto riesgo e iniciar el manejo adecuado y de esta manera evitar probables complicaciones.
La encuesta está orientada a funcionarios de empresas e instituciones del sector público y privado.
Para acceder a dicha encuesta, las empresas e instituciones interesadas pueden escribir a la siguiente dirección electrónica: pnpcmspybs@yahoo.es o bien, contactar vía WhatsApp al (0986) 144-407, con la Dra Rocío Aparicio, coordinadora de Modelo de Cuidados Crónicos del Programa.