Pausa activa laboral para mejorar tu salud y bienestar

El sedentarismo es un factor de riesgo para la salud, al igual que el sobrepeso y la obesidad.
Hagamos la diferencia, invirtiendo unos minutos en pausas activas, principalmente en los lugares de trabajo, donde se pasa importante cantidad de horas al día.

Las “pausas activas” tienen como objetivo la adherencia de los trabajadores a un estilo de vida saludable, mediante la práctica regular de ejercicios físicos, y así combatir el sedentarismo. Se trata de breves sesiones realizadas en un espacio de tiempo dentro de la jornada laboral, de leve a moderada intensidad, que cuentan con una amplia variedad de movimientos para activar y mover nuestro cuerpo y no pasar mucho tiempo sentado.

La actividad física y las pausas activas, específicamente en un ámbito de tareas cognitivas, con énfasis en el aspecto intelectual y de cálculo, brindan múltiples beneficios, facilitan una mejor atención y optimización del trabajo mental, con más creatividad, aciertos y elaboraciones más rápidas y fáciles.

Las pausas activas representan la mejor estrategia de prevención contra el comportamiento sedentario, que es un factor de riesgo para la aparición de las enfermedades de base (enfermedades no transmisibles), como el sobrepeso, la obesidad, diabetes mellitus 2, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer y afecciones respiratorias.

Tipos de pausas activas

Incluyen desde ejercicios simples como los de movilidad articular que pueden estar localizados en algunas partes del cuerpo, respiratorios, estiramientos, de fortalecimiento muscular focalizados y generalizados, contracciones estáticas y dinámicas, individuales y grupales, rítmicos (palmadas, chasquidos, silbidos, zapateos) con elementos (globos, palos, pesitas, bandas elásticas), con música de diferentes estilos musicales. En fin, todo movimiento cuenta.

¿Dónde realizar las pausas activas?

Además de practicarla en el ámbito laboral, como las oficinas y los pasillos, existen otros diferentes escenarios para llevarlas a cabo, como las salas de clases en las universidades y escuelas, salones cerrados y en diferentes ambientes de la casa (sala, comedor, corredores, cocheras), que pueden prestarse como espacios para las sesiones de pausas activas.

Duración y frecuencia

Las pausas activas pueden durar desde 1 a 10 minutos, continuos o fraccionados, y pueden efectuarse de una o dos veces por día y, si fuera posible, todos los días hábiles en la semana.

¿Quiénes pueden realizar las pausas activas?

Todas las personas que trabajan en oficinas, de todas las edades y todas las condiciones, ya que la exigencia física que demanda la realización de estas sesiones activas es de baja intensidad, no sofocantes, fáciles y adaptables a las dificultades que pudieran surgir, sea en forma individual, en parejas, grupos, mixtos, intergeneracional.

Puede dirigir las sesiones de pausas activas, un compañero/a del grupo, un adulto, joven o niño de la casa y, si fuera posible, un profesional de la actividad física o de educación física capacitado en el tema.

Y recuerde, que lo más importante es contar con ganas y entusiasmo para mejorar la calidad de vida como profesionales y personas más sanas.

Desde el Ministerio de Salud, a través de la dirección general de Vigilancia de la Salud y su departamento de Prevención y Control de Factores de Riesgo, se insta a la ciudadanía a mantener hábitos saludables y a practicar actividades físicas acordes a la condición de cada persona.