Los hábitos saludables que se adquieren en la niñez logran adultos sanos

Los hábitos saludables inician en casa. Es importante inculcar desde temprana edad a consumir a diario frutas y verduras, a beber agua suficiente para mantener la hidratación e incluir un tiempo para la práctica regular de actividad física o deportes.

La inclusión de hábitos saludables desde la niñez es esencial, para proteger la salud y disfrutar de una mayor calidad de vida en esta etapa, sino también para llegar a una adultez saludable con menos factores de riesgos, reduciendo de esta manera las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas.

En conmemoración al Día del Niño, desde la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles se alienta a las familias a fomentar en los hijos desde temprana edad rutinas saludables, que se convertirán en hábitos que serán aplicados durante toda su vida.

Estos hábitos se focalizan en tres pilares principales: alimentación saludable, actividad física regular y el consumo de agua.

1) Alimentación saludable. Una nutrición equilibrada es uno de los pilares fundamentales para el crecimiento de un niño sano. Se recomienda acostumbrar a los niños desde temprana edad a comer frutas y verduras de colores diferentes; además de incluir en la incluir dentro de la alimentación fuentes de proteínas como carnes, pescado, pollo, así también los cereales como arroz, avena, maíz y legumbres como poroto, lenteja, habilla.

Es esencial impulsar el consumo de la comida hecha en casa, evitando los alimentos ultraprocesados y las comidas rápidas e involucrar a los niños en la confección de la lista de compras para la casa es igualmente importante.

2) Ejercicios físicos y deportes. Es necesario inculcar en los niños a realizar una hora de actividad física por día. Cumplir con una rutina de ejercicios o practicar algún deporte ayudará a romper con el sedentarismo. Se pueden realizar actividades en el parque o en casa jugando, caminando, trotando o corriendo. También motivar el ejercicio utilizando patines, bicicletas, monopatines y otros.

En cuanto a deportes para niños, algunos de los más comunes son: natación, fútbol, ciclismo, baloncesto, tenis y atletismo.

Es igualmente importante reducir el tiempo frente a las pantallas a menos de 2 horas. Evitar su utilización en la noche, porque interfiere en el ritmo de sueño de los niños. En este horario se puede aprovechar para fomentar el hábito de la lectura.

Beneficios de la actividad física

  • Aumenta y mejora el estado inmunológico. Estimula, además, el fortalecimiento de músculos y huesos.
  • Incrementa la confianza en la imagen corporal.
  • Contribuye a la secreción de las hormonas del bienestar.
  • Mejora la flexibilidad.
  • Mantiene la presión arterial dentro de los parámetros normales.
  • Aumenta la masa corporal.
  • Fortalece los músculos.
  • Disminuye la incidencia de la obesidad.
  • Reduce los factores de riesgo a desarrollar enfermedades crónicas en la adultez.

3) Consumo de agua. Los niños deben consumir suficiente agua para lograr una hidratación correcta, al menos 2 litros por día, equivalente a 8 vasos.