En pequeñas cantidades el sodio que aporta la sal es esencial para el buen funcionamiento del organismo, sin embargo, su consumo en exceso puede ser muy perjudicial para la salud.
Bajo el lema: “Liberate del exceso de sal” se hace un llamado a mejorar los hábitos alimentarios en la Semana mundial de sensibilización sobre el consumo de sal, que inició este lunes 14 de marzo, a través del cual se pretende concientizar sobre la importancia de reducir el consumo de este mineral, y a su vez identificar nuestros hábitos con relación al consumo de sal para modificarlos.
Consumir sal en exceso es un problema en el mundo, aunque no se tenga presión arterial elevada. Se estima que se ingieren al día cerca de 10 gramos de sal, casi el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la salud.
En pequeñas cantidades el sodio que aporta la sal es esencial para el buen funcionamiento del organismo, sin embargo, su consumo en exceso puede ser muy perjudicial para la salud.
Consumir mucha sal aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, condición que afecta a casi el 50% de la población paraguaya y que predispone a desarrollar otras enfermedades como el infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Un consumo excesivo de sal también puede afectar la función de los riñones y del sistema respiratorio, elevar el riesgo de osteoporosis y de algunos tipos de cáncer como el de estómago.
La OMS recomienda un consumo diario de menos de 5 gramos de sal (equivalente a una cucharadita) incluyendo la sal proveniente de los alimentos y bebidas. Sin embargo, en Paraguay se consume más del doble de la ingesta máxima recomendada, entre 13,7 gramos de sal al día.
Este sodio no solo proviene de la sal de mesa, sino que se encuentra en forma oculta en muchos alimentos como los productos envasados o procesados que consumimos o que utilizamos como ingredientes: caldos en cubos o deshidratados, aderezos como la mayonesa, la salsa de soja, kétchup, fiambres y embutidos, quesos, snacks dulces y salados, entre otros productos. También las comidas que consumimos fuera del hogar pueden tener mucha sal.
Para disminuir el consumo de sal en la alimentación diaria se aconseja:
- Leer las etiquetas con la información nutricional de los alimentos, de manera a elegir aquellos con menor contenido de sodio.
- Preferir los alimentos frescos como las frutas, verduras y legumbres, en lugar de los productos procesados y enlatados, de esta manera se eligen alternativas más saludables.
- Retirar el salero de la mesa y evitar el hábito de salar incluso antes de probar las comidas.
- Elegir el limón, las especies y las hierbas naturales como condimento de las comidas y a la hora de cocinar en lugar de las salsas envasadas, caldos en cubo, salsa de soja y otros que tienen un alto contenido de sodio en su composición.