- Solo el 12,7% realiza algún tipo de actividad física en su tiempo libre y el 83,3% no efectúa desplazamiento activo (no opta por caminar o pedalear para trasladarse).
- Se aconseja 30 minutos de actividad física por día, como mínimo, a personas de 18 a 65 años y más.
Datos de la Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2011) señalan que, en el país, el 87,3% de las mujeres no realiza actividad física en su tiempo libre y solo un 12,7% si se ejercita. Mientras que, en la franja masculina, el porcentaje de inactividad física llega a 61,9%, frente a un 38,1% que es activa.
Por otra parte, el 83,3% de las féminas reporta un desplazamiento inactivo (no camina ni pedalea para desplazarse), versus el 76,6% de los hombres. En el trabajo, el 44,6% de las mujeres se mantienen inactivas, frente al 45,4% de los hombres, lo que muestra que las mujeres se mueven un poco más (son 0,8% más activas) que sus compañeros masculinos.
Desde la Unidad de Promoción de Actividad Física del Ministerio de Salud, la Dra. Mirta Ortiz enfatiza la práctica de ejercicios diarios para un estilo de vida activo, incluidas en las Guías de Actividad física y comportamiento sedentario 2020-2030 publicada por OMS en el año 2020 cuyo lema central es “TODO MOVIMIENTO CUENTA”.
Se recomienda, cuanto más joven más tiempo deben estar activos: de 2 a 4 años, 3 horas por día; de 5 a 17 años, 2 horas por día; de 18 a 65 años y más, así como gestantes, 30 minutos como mínimo por día, si se puede más, mejor para la salud.
Intensidad: se aconseja iniciar con ejercicios no sofocantes, que permitan respirar sin mayores apremios e ir progresando según las capacidades físicas de las participantes.
Modalidad o tipo de ejercicio físico: depende de la selección personal y ese punto es muy importante para mantener la adherencia a la práctica regular de actividad física y lograr un estilo de vida activo.
Lugar y momento para realizar ejercicios físicos: son diversos, por ejemplo, caminar o pedalear para ir al trabajo, al lugar de estudio, a locales comerciales, al retornar a la casa y durante el tiempo libre en parques, clubes deportivos, plazas vecinas.
Tipos de ejercicios: al iniciar un programa de ejercicios en mujeres sedentarias se sugiere comenzar con ejercicios conocidos como caminar durante periodos breves de tiempo y usar las escaleras en lugar del ascensor. Otros tipos de ejercicios emergentes como el HIIT (entrenamiento interválico de alta intensidad), el pilates, técnicas mente-cuerpo, entrenamiento de fuerza o de suspensión complementan fisiológicamente la prescripción del ejercicio y reportan beneficios adicionales como mejorar la masa muscular, la fuerza y el equilibrio, comparado con realizar solo ejercicio cardiovascular.
Beneficios de la actividad física
La Dra. Ortiz declara que los beneficios de la práctica regular de ejercicios físicos adaptada a la capacidad orgánica de las personas son numerosos, siendo las más importantes, la prevención y control de las llamadas enfermedades de base o no transmisibles como la obesidad, la hipertensión arterial, el infarto cardiaco, el accidente cerebrovascular, diabetes mellitus tipo 2, algunos tipos de cáncer, así como afecciones respiratorias.
Con la actividad física, la salud mental se optimiza ayudando a un mejor manejo del estrés laboral/doméstico y protege, además, de trastornos de ansiedad, depresión y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y la temible enfermedad de Alzheimer. Dichas afecciones representan el 80% de la carga total de enfermedades en la población adulta. La buena noticia es que la actividad física representa un factor protector para su prevención en un 30% a 50%, por lo que podría disminuir la incidencia en casi la mitad de los casos afectados por las enfermedades mencionadas.
Finalmente, la Dra. Mirta Ortiz destaca que la formación de profesionales especializados en la prescripción del ejercicio físico adaptada a las capacidades individuales es primordial, para que los efectos positivos del ejercicio físico generen una mejor calidad de vida de la población en general.