¡Así es! La grasa es un alimento necesario para nuestro organismo. Junto con las proteínas y los carbohidratos es una gran fuente de energía, ayuda a la absorción de vitaminas, contribuye a mantener la piel y el cabello saludables.
Sin embargo, no es cualquier grasa la que debemos consumir, deben ser grasas no saturadas o insaturadas, que son las grasas “buenas”. Esta grasa podemos encontrarla en los frutos secos (nueces, almendras y avellanas), en el aguacate, en los aceites de oliva y canola, en el pescado (atún y salmón) y en los productos de soja.
El consumo de grasas buenas puede realizarse de forma diaria, pero en pequeñas cantidades, ya que su consumo excesivo puede desarrollar sobrepeso y obesidad, presión alta, enfermedades del corazón, diabetes y otros problemas de salud.
También existen otros tipos de grasas pero que no son recomendables para el consumo, como: las grasas saturadas, consideradas grasas “malas”, se encuentran en la carne y en otros productos de origen animal (manteca, embutidos) y en aceites de coco y palma; y las grasas trans que son la peor de grasa alimentaria, se halla en la carne con grasa, frituras, leche entera.
El consumo de grandes cantidades de grasas saturadas y grasas trans contribuye a aumentar el nivel del “colesterol malo” en la sangre, lo que tiene efectos negativos para el corazón y las arterias; mientras que el consumo de grasas no saturadas o insaturadas tiende a disminuirlo.
A tener en cuenta:
La mejor opción de aceite para preparar las comidas es la de origen vegetal: el aceite de canola, el aceite de girasol o el aceite de maíz. El aceite de soja y de oliva se recomienda utilizar preferentemente crudo para condimentar las ensaladas.
Para prevenir el exceso de peso y el desarrollo de enfermedades asociadas:
- Alimentación saludable
– Aumentar el consumo de alimentos con menos grasa, como los productos descremados, frutas, verduras, cereales, legumbres secas, prefiriendo el uso de aceites de origen vegetal en la preparación de las comidas e ingerirlos en su forma natural.
– Disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans, esto significa consumir menos carne con grasa, frituras, leche entera.
- Sustituir las frituras por cocciones hechas al vapor o al horno.
- Practicar actividad física. Hacer caminatas diarias o algún deporte.
- Buena hidratación. Beber por lo menos 2,5 litros de agua diaria.
¿Cómo saber si estás sobrepeso u obesidad?
Para conocer si estás en el rango de sobrepeso o ya cuentas con obesidad, la medida más utilizada es el Índice de Masa Corporal (IMC). La ecuación para calcular es dividir el peso en kilogramos por la talla en metros. Se considera que una persona tiene sobrepeso con IMC entre 25 a 29,9 cm; y obesidad con IMC de 30 o más.
Dónde acudir si tienes obesidad
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social dispone de 17 consultorios para el manejo integral de la obesidad, instalados en las diferentes regiones del país. Cuatro de ellos son exclusivos para la atención infantojuvenil.
La finalidad de estos consultorios es brindar al paciente un tratamiento integral, bajo la evaluación de profesionales médicos, nutricionistas y psicólogos; y una prescripción y orientación sobre actividad física y ejercicios que ayuden, en su conjunto, a lograr un peso saludable. Cabe recordar que la atención en cada uno de estos centros es totalmente gratuita.
Fuente: Sociedad Americana contra el Cáncer; DVENT/MSP