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Se recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras, disminuir los ultraprocesados y mantener la hidratación genera un impacto importante en la prevención de enfermedades.
Mantener el sistema inmunitario fuerte es un arma clave no solo para hacerle frente al COVID-19, sino también a otras afecciones respiratorias, “esto se logra con una alimentación saludable, variada, equilibrada y completa, con todos los nutrientes”, afirma la Lic. Claralina Mendoza, nutricionista de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles.
En este contexto, la nutricionista recomienda consumir frutas y hortalizas de distintos colores, entre ellos los morados, rojos, amarillos, anaranjados y los verdes, entre los cuales se debe incluir al menos 3 porciones de vegetales y 2 porciones de frutas diarias; son una fuente rica de vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y otras sustancias biológicamente activas, que pueden mejorar el sistema inmunológico. “El pomelo, la naranja, la mandarina, limón, ciruela, acerola, son frutas que hacen que las defensas aumenten”, explica.
Sugiere incorporar en el plan de alimentación los lácteos descremados (leche, yogurt, quesos), huevos, carnes bajas en grasa y en mayor proporción carnes blancas (pollo y pescado) antes que las carnes rojas. El pescado está indicado para potenciar la capacidad de la memoria, al igual que las legumbres (porotos).
Para conservar la temperatura corporal frente a las bajas temperaturas la tendencia es consumir mayor cantidad alimentos ricos en hidratos de carbono, como el arroz, la papa, el fideo y los panificados, con moderación. No obstante, aclara que lo ideal es mantener una alimentación equilibrada, con todos los nutrientes necesarios para el organismo, que contenga además de hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y minerales.
Prescribe asimismo la sopa o caldo de verduras, y de esta manera aprovechar la cantidad de sales minerales y la ingesta de agua, de al menos 2 a 3 litros por día.
Finalmente, la Lic. Mendoza menciona que en la temporada otoño-invierno se registra un consumo importante de alimentos muy procesados, que pueden provocar estreñimiento, por esta razón la fuente de fibra es fundamental en este periodo. Para evitar constipación aconseja comer pequeñas porciones de semillas como el sésamo, almendras, nueces y maní.
